Cerveza y cerezas: ¡Qué gran unión con tan sólo cambiar una letra!

Un puzle está incompleto si falta una pieza y para completar esta gran familia de Gredos, faltaba la más “dulce” de todas, la Cerveza Gredos con Cerezas del Jerte.
Del agua más pura de la sierra de Gredos y de las cerezas más sabrosas de la península, nace una cerveza tan especial como singular. Y ya que estamos en época de recolección de la cereza, qué mejor manera de celebrarlo que con esta cerveza ale, que sigue manteniendo todo su sabor y su aroma, pero con un toque muy favorecedor.

Del mismo modo, al igual que sus “hermanas”, es cuidadosamente elaborada y 100% natural pero con un toque más frutal. Para su degustación, se aconseja utilizar un vaso de pinta y tomarla a una temperatura que oscile entre los 4 y los 6º C. Y si lo que quieres es acompañarla con un buen tapeo, puedes lograrlo con carnes blancas, quesos y pescados suaves y ensaladas. ¿Nada mal, verdad?

Y como pensamos que antes de opinar es mejor catar, hemos elegido el bar Cáramel, situado en la calle San Segundo de la capital abulense, para probar y maridar esta cerveza que no tiene nada que envidiar a sus antecesoras, con una hamburguesa de pollo macerado con pimentón de la vera y sésamo, y una lasaña de verdura y queso que hacen disfrutarla aún más si cabe.

Y el veredicto ha sido unánime, ya que ha cautivado nuestros paladares por su suavidad y su retrogusto tan frutal. Lo que ha unido el hombre que sólo lo separe un vaso ancho para brindar. ¡Salud, amigos!

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Las cancelas – La alegría de tapear

“Cancelas orientales, miradores, la guitarra y su triste melodía, vinos dorados…” Así hablaba de su patria querida el poeta cordobés Manuel Reina Montilla. Pero bien podría ser la voz en off, desde hace más de 60 años, del bar que visitamos hoy: “Las Cancelas”. Eso sí, algo lejos de Andalucía… Pero con la esencia de sus verjas, esas de hierro labrado, que en sus orígenes eran las protagonistas del este establecimiento, ubicado, nada más y nada menos que en el centro histórico de Ávila, en ese conjunto de calles con sabor a historia, a Medievo, a belleza del pasado. Y entre todas ellas, nuestro destino: la calle de la Cruz Vieja o también conocida como la de la Muerte y la Vida. Un pasadizo que nos conduce a una posada del siglo XV, en la que a las gentes que allí paran, no las falta ni un buen plato de cuchara ni un buen descanso. Ni eso, ni unas buenas “alegrías” su tapa estrella. Un pincho muy sencillo pero que sabe a gloria bendita. Se trata de patatas, torreznos y riñones y, está más que bueno. Al igual que sus croquetas caseras, también muy demandadas por su clientela.

A estas delicias se unen otras, muy bien logradas, como son las patatas revolconas, la oreja, el morro, y otros guisos tradicionales. Todo esto para tapear, pero si queremos pasar al comedor, ¿qué nos vamos a encontrar? En resumen, cocina tradicional que convive con platos más actuales y de temporada. Es decir, desde carnes, asados, judías del Barco, revolconas hasta pulpo con patata rota o crujiente de morcilla. Todo un espectáculo. Y una recomendación más, sin probar el chuletón no te puedes marchar. Y no es que sólo lo digamos nosotros. Algunos de los que han pasado por aquí también piensan lo mismo…

Otro punto a destacar es su carta de vinos en la que encontramos más de 200 referencias con varias denominaciones. Y eso nos convence… Somos así.
Y para que tu paso por la mesa tenga el mejor final, el postre no puede faltar. Y más si éste es casero y si, además, se llama leche frita o mousse de higos con chocolate. Sin hacer de menos a las tartas de temporada, claro está.
Y lo que, sin duda, te va más que a encantar, es su terraza, en la que aparte de disfrutar de una buena cañita con su tapa, también puedes relajarte tomándote un cóctel o un buen gin tonic bien preparado y que abre sus puertas en cualquier momento del año, siempre que haga buen tiempo.

Y dicen que cuando una puerta se cierra otra se abre, ¿no? Pues en este caso, en Las Cancelas nunca pasa esto. Que, ¿y por qué? Porque este establecimiento permanece abierto todo el año, a excepción del mes de enero, que cierra por vacaciones del personal. El resto del tiempo, puedes visitarlo de 9 de la mañana a 11 de la noche.
Además, dispone de carta en varios idiomas y menús para grupos. Al igual que de un hostal que cuenta de 14 habitaciones. ¿Alguien da más?

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Señores y señoras, con ustedes: Tea tonic by Zhöe

Si de combinados hablamos, los gin tonics son los reyes. Sí, lo sabemos, con tan sólo mezclar una ginebra y una tónica, son una religión para los más devotos, desde tiempos inmemoriales. Y si además, los añadimos ingredientes que potencian su sabor y el aroma como, por ejemplo: regaliz, lima, enebro, frutos rojos, pepino, canela, pomelo, pétalos de rosa, etc., seguiremos la moda del momento. Y hasta podríamos hablar de 1000 y una combinaciones más. Pero queríamos ir más allá y, entre tanto buscar, Zhöe nos ha enseñado hoy a prepararlos de una forma muy especial. También conocida como ‘Tea tonic’, es un combinado de ginebra y tónica pero aromatizado con té. En esta ocasión, con frutas del bosque – aunque será por sabores, y puedes elegir el que más te guste. Aún así, os aseguramos que ésta que tenemos hoy entre manos, os a va a encantar. Sin perder un ápice de sabor, sino todo lo contrario, aporta color y un aroma fresco y muy refrescante para disfrutarlo, aún más si cabe. Juanjo, ¡vamos con la mise-en-place, que esto tiene que empezar!

Ingredientes:
– Ginebra Tanqueray.
– Tónica Schweppes.
– Té Baqué de frutas del bosque.
– Mucho hielo.
– Copa de balón.

Elaboración:
1- En una copa ancha, tipo balón, servir la ginebra. (1 oz, como una dosis normal).
2- Introducir la bolsita de té y dejar aproximadamente un minuto para que el té fusione con la ginebra.
3- Llenar la copa de hielo.
4- Terminar sirviendo la tónica y mover suavemente para que todos los sabores se mezclen.

He aquí la obra maestra… Todo un arte el del gin-tonic, y esto no podía ser menos. Y, con vuestro permiso, sólo queda disfrutarlo en una terracita, aunque seamos más de barra fija.

Ensalada de maíz con lechuga mezclum y pollo asado – La Espiga

¿Incompatible operación bikini y tapeo? Ya no, y tenemos la solución: Operación Espiga. Empieza el buen tiempo, y qué a gustito se está en una terracita con una cerveza y unas tapitas, ¿verdad? Salva nos da otra alternativa más a la hora de tapear,  y esta vez con una ensalada que te va a encantar. Toma nota porque este verano, lo verde va a triunfar.

 

Ingredientes:
– Ensalada mezclum (Hojas de lechuga variada)
– Aceite
– Sal
– Pollo asado.
– Remolacha agridulce.
– Almendra garrapiñada.

Para la salsa de maíz dulce triturar todos los ingredientes que vienen a continuación:

– 1 bote de maíz dulce.
– 1 brick de nata (150ml).
– Orégano. (Un puñado pequeño).

Elaboración:

1.- En un recipiente ancho, cuenco, bol o similar, poner las hojas de lechuga mezclum y sazonar con aceite y sal.
2.- A continuación, añadir el pollo asado frío cortado en daditos, y cubrir la ensalada con una cucharada de la salsa de maíz.
3.- Terminar con unas tiras de remolacha agridulce, que aparte de sabor nos aportará más color.

4.- Por último, espolvorear almendra garrapiñada, bien triturada, para culminar esta ensalada.

Así que ya no tienes excusa para salir de cañas. También se puede gracias a esta ensalada.

La Escalera- Con un pie en España y otro en Portugal

De Portugal a Padiernos y, de Padiernos, a la capital abulense. En concreto, a los pies de San Juan. Nunca una escalera iba a dar tanto que hablar y, nunca la íbamos a subir y a bajar, sin que nos costara tan poco esfuerzo. Porque si de alternar se trata, esto jamás supone ningún desgaste de energía.

Sí, conocida es su cocina en la provincia, porque esta familia antes regentaba el restaurante El Quinto Pino, en Padiernos (Ávila). Y, ahora, caprichos del destino, se han instalado en la capital, en el Bar Restaurante La Escalera, situado en la calle Martín Carramolino número 4. Cinda Filipe y su hijo Oliver son los encargados de deleitarnos con platos típicos de Portugal –Cinda procede de este país- que comparten protagonismo en su cocina junto a otros más típicos de Ávila. Así, nos podemos encontrar desde un bacalao dorado o a la nata, a un chuletón de carne de Ávila o una revolconas. Esto, a modo resumen, porque si nos metemos de lleno en su carta, nos encontramos con muchísimas opciones más. Como, por ejemplo: Salmón a la Naranja, chipirones a la plancha, gambas de la casa, arroz con bogavante y carabineros, hamburguesa de cebón con panceta ibérica, cebolla y manzana confitada, o solomillo de ternera, entre muchos otros platos. ¿Se te hace la boca agua, verdad? Pues si te hablamos de los postres caseros, igual. Sólo hay una palabra para definirlos: escandalosos. Hacía mucho tiempo que no probábamos algo tan rico. Verdad verdadera. Natillas del cielo, mousse de menta, Charlotte de fresa, tiramisú, babas de camello (que son dulce de leche), chocolate blanco con fresas… Y ya paramos, porque esto de leerlo y no comerlo se puede convertir en una tortura. Ah, ¿que quieres verlos? Pues te avisamos de que esta imagen puede contener un contenido altamente dañino para las personas que son muy golosas. Avisado estás. 🙂

Además, si buscamos un buen menú del día en el que se cumpla la relación calidad- precio, ir al bar La Escalera es una buena elección. (Lo hay desde 9,90 euros).

Y turno ahora para el tapeo, por eso de que el orden de factores no altera al producto. Si en algo se caracteriza, es en la variedad y, en que todos los días, Cinda va cambiando los pinchos. Podemos encontrar desde tostas a patatas revolconas, platos de cuchara o arroces. Estos son algunos ejemplos de tapas:

 

Eso sí, cierra los lunes. El resto de la semana abre de 9:00 a 23.30 horas, de martes a jueves, y hasta la 1.30 horas los viernes. Mientras que los sábados y los domingos lo hace de 11:00 horas hasta la 1.30 de la madrugada.

Y con un pie en el peldaño de España y con otro en el peldaño de Portugal, nos despedimos de este bar. Desde hoy, nos gustan más las escaleras. Por qué será…

Restaurante- Bar La Escalera. Cl. Martín Carramolino, 4. 05001- Ávila.

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Zhöe: El nuevo fichaje de «Los Mesones»

Sí, ya ha llegado a la zona de los Mesones. ¿Cómo? ¿Que no la conoces? La vimos con su nuevo “equipaje” y con mucho estilo. En concreto, en la calle Dr. Fleming. Y dice que viene para quedarse con cuatro chicos a los que ya tiene mucho aprecio. Se trata de Zhöe, un nuevo bar de Ávila, que han abierto cuatro socios, tres hermanos: Alberto, Arturo y Juanjo; junto con Alicia. En realidad, es una “casa” más que quiere compartir Zhöe con los amantes del tapeo, porque tablas no le faltan viniendo de dónde viene, otro bar de la capital, Babel. Y para que quede más claro, así se llama también la chica de la ilustración que comparten ambos bares en sus paredes, y por lo que han querido llamarle así a este nuevo local.

¿Y qué nos va a ofrecer Zhöe? Juventud, buen gusto y, un aspecto muy cuidado. Y así lo vemos a simple vista:

Esa es la primera impresión que te transmite el bar. De ahí el dicho: “La primera impresión es la que cuenta”. Cuenta y mucho, al igual que su carta de pinchos en la que podemos encontrar: Alitas fritas con salsa al ajillo, brocheta de choricitos al parmesano, cazuelita de champiñón, lomo a la plancha con alioli, mollejas en su salsa, sándwich de atún con queso cremoso, revolconas, tortilla española o delicia de secreto al ajillo, entre otros.

 

 

Y así es cómo Zhöe y De barra fija se han hecho “amigos”. Por eso, y por sus sartenes (todas servidas con patatas y huevos fritos) de gulas, de choricitos, de beicon y de lomo; por sus tostas: de jamón con queso brie, de lacón a la gallega, de salmón con queso cremoso, de ternera con pimientos y vegetal; por sus hamburguesas y por su sándwich completo. Sin olvidarnos de que también ha sido posible gracias a sus tablas de quesos, de hamburguesitas y de aperitivos.
Esto es a lo que se llamaría “el comienzo de una gran amistad”. Y más cuando aparte de cañas, tapas, y comidas nos podemos tomar unas copitas de las buenas (Citadelle, Bulldog, Hendricks,…) y, en verano, podemos disfrutar de su terraza.

Y ya se sabe que, «quien tiene un amigo, tiene un tesoro». Pues lo dicho, ¡¡¡a tapear y que viva la amistad!!!

Horario: De 9 a.m a 1:30 a.m, de domingo a jueves, de 9:00 a 2:00 los viernes y de 9:00 a 2:30 los sábados.

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Zhöe. Cl. Dr. Fleming, 5. 05001- Ávila. 

 

Gambas a la portuguesa – La Escalera

Nos vamos de viaje, de viaje gastronómico. Hoy viajamos a tierras lusas, nuestro país vecino, Portugal, pero sin salir de nuestras murallas. Y, ¿cómo es posible? ¡Agárrate a la barandilla que bajamos La Escalera! Y nunca mejor dicho, porque así se llama nuestro próximo destino. Y de la mano de Cinda Filipe, nos trasladamos a esta cocina tan elaborada y creada en el momento, con unas “Gambas a la portuguesa”. Para este recorrido sólo necesitas tus manos. Pues toma nota, que nos vamos.

Ingredientes para 2 personas:

– Aceite de oliva.
– Ajo. (3 dientes)
– Laurel. (2 hojas)
– Guindillas.
– Gambones, gambas o langostinos.
– Vino Verdejo.
– Sal.

Elaboración:
1.- En una sartén verter aceite de oliva para sofreír los ajos laminados, las dos hojas de laurel y una pizca de guindilla.
2.- Cuando estén dorados los ajos, echar los gambones, gambas o langostinos (4 por persona) y sazonar. A continuación, tapar para que se hagan y adhieran todos los jugos del sofrito, unos 3 minutos a fuego medio-alto.
3.- Cuando hayan tomado color, verter un chorrito generoso de vino verdejo, como ¼ de botella. Flambear y dejar reducir 5 minutos para que todos los sabores se fusionen.
4.- Presentarlos en una cazuelita, plato hondo o similar. Y terminar con unos granos de sal gorda encima de la cabeza de los langostinos.

Este es un plato para chuparse los dedos, y nunca mejor dicho. Sólo nos queda decir… ¡Bom proveito!

Es de Gredos y prefiere el invierno

Porque el origen vuelve a marcar la diferencia, porque es invierno, y porque esta marca es de la tierra, y nos gusta barrer para casa. Aunque todo hay que decirlo: Mejor se “barre” si existe una motivación. Y lo que tenemos hoy entre manos, sí, nos gusta un montón.

Desde nuestro rincón de la barra presentamos una nueva cerveza más que hemos añadido a nuestra lista de imprescindibles. ¿Qué todavía no te has enterado? Se llama Whisky de Malta especial invierno y es un nuevo miembro de la familia de Cerveza Gredos. ¿Cómo se te queda el cuerpo? Seguro que igual que a nosotros: Con un runrún que no se nos ha pasado hasta que la hemos probado.

Primero, unos datos de interés, para ir tanteando el terreno:

Y ahora la pregunta principal, ¿cómo se hace? Con mucho cariño, como todas las cervezas Gredos. Y con unos ingredientes, cuidadosamente seleccionados, que nos enumeran desde la fábrica abulense: agua pura de la Sierra de Gredos, cebada malteada, lúpulos, levadura y whisky de Malta. Componentes que junto a la levadura, le aportan un color ámbar, un aroma delicado, un amargor suave y un retrogusto ahumado de whisky de malta. Y lo mejor de todo: No contiene químicos añadidos. Así que lo natural vuelve a ganar. Eso sí, se recomienda tomar en un vaso snifter- un vaso ancho tipo coñac, para apreciar aún más si cabe sus aromas- y a una temperatura que oscile entre los 7 y los 11 grados.

Hasta aquí todo bien, ¿no? Aunque, a estas alturas de post, vamos a tomarnos una Whisky de Malta de Gredos, por favor. Para esta gran ocasión hemos elegido El Molino de La Losa. Y así queda nuestro bodegón:

Gredos y Whisky de Malta, sí. Pero acompañada sabe mucho mejor. Y si es de ventresca, el maridaje es ‘pluscuamperfecto’. Pero es tan sólo una opción de tantas, ya que también puede establecer una buena unión con las carnes suaves, los embutidos, los mariscos, los escabeches, los encurtidos, las verduras amargas y ácidas, las ensaladas y los quesos.

Nota: un 10, como El Molino de La Losa, el bar en el que la hemos podido degustar. Con este entorno, una Gredos y Whisky de Malta sólo puede saber buena. No, perdón, buenísima.

Happy beer day to you!

Un añito, se dice pronto, pero con el día 21 de febrero nos hemos vuelto a topar. Con un día muy especial para De barra fija ya que, 365 días atrás, nació este blog y lo hizo con el único fin de estar más cerca de nuestros bares y de nuestra ciudad. Porque esto es Ávila y sabemos que merece la pena, aunque algunos se empeñen en mostrarnos lo contrario. ¿No os parece?

Pues sí, señores. Somos muchos y valientes, y estamos a ambos lados de la barra. Muchos hosteleros, camareros, cocineros, pero también muchos clientes. Porque el abulense es así, sus cañitas y sus tapitas que no se las toquen. Somos de buen comer y de buen beber. Y algún que otro profesional tendrá sus fallos, nadie es perfecto, pero es como todo y… ¡¡¡será por bares…!!!

Y una cosa lleva a la otra, es lo que tiene cumplir un año, que queramos o no, echamos la vista atrás y siempre hay que hacer un balance. Y el nuestro no ha podido ser mejor. Gracias por vuestras más de 25.000 visitas y gracias por seguirnos en las redes sociales. Ese es el mejor regalo. Éste ha sido nuestro año, así que “vamos a levantar el bar y nuestras copas hacia las estrellas”:

No están todos los que son pero sí son todos los que están. El codo en barra continúa y, si nos dejan, buscaremos un lugar cerca del resto. Y os contaremos más, mucho más. Happy beer day to you por acompañarnos durante este año y lo que nos queda. ¡Salud!

QUESO Y CAVA: UN MARIDAJE MÁS QUE PERFECTO

Muchas son las veces que hemos escuchado hablar del término maridaje. Sí, la palabra que define el proceso de casar metafóricamente a un alimento con una bebida con la intención de realzar el placer de comerlo. Pero, ¿en cuántas ocasiones nos hemos parado a pensar en los alimentos que maridan con el cava? Quizá, en muy pocas, porque estas bebidas suelen poner el broche final a nuestras reuniones, en las que alzamos nuestra copa y brindamos para así, desearnos lo mejor.

Pero más allá de tomarlo de la forma más común, existen más posibilidades. La opción que hoy presentamos en De barra fija es la siguiente: quesos de cabra de El Barraco (Ávila) y cava valenciano joven rosado, brut y nature… Y sí, aunque ya adelantamos el resultado, es una combinación magnífica o, más bien, un maridaje más que perfecto. ¿Qué cómo lo descubrimos? Gracias a Isidro, propietario del local Cheese Paladares -también conocido, como La Casa de los Quesos- que tuvo la genial idea de unir el sabor de cada trozo de queso de Elvira García con el sabor de cada sorbo de cava valenciano Dominio de la Vega.

Y antes de empezar, lo primero que nos planteamos: ¿Cómo son los quesos? De ganadería propia y sin aditivos, son el resultado de tradición, esfuerzo, cariño y mucha calidad de la materia prima caprina que pastan por las estribaciones de la Sierra de Gredos. Y para muestra, un botón o, un queso, mucho mejor.

En cuanto a los cavas Dominio de la Vega, son crianzas procedentes de viñedos de 25 años de edad, que cuidan su vendimia, ya que la realizan de forma manual y nocturna. Estos cavas son amables y equilibrados en boca, y tienen 87 puntos en la Guía Peñín, la guía de vinos españoles más completa.

Una vez presentados los quesos y el cava, ¡a sus puestos! Taburete, copa y servilleta en mano, que ahora viene lo mejor. Después de captar muy buenas impresiones con el sentido de la vista, ponemos en práctica los cinco sentidos restantes.

Nos aconsejan catarlos de menor a mayor textura, es decir, empezamos con el queso fresco, el único que se pasteuriza. ¿Y para potenciar, aún más si cabe, su sabor? Un Cava Rosado Brut. El sabor fresco de este cava recuerda a la frambuesa y la fresa y, permite así, que se pueda disfrutar más de este queso fresco dulce y lechoso de cabra.

El siguiente queso es suave y untuoso, es un queso que recuerda a la nata. Resumiendo, es leche cruda para untar en un trocito de pan… ¡Mmmm!

Cambiamos de cava y de quesos, y seguimos escuchando a Paco, de la Quesería Elvira García, en todas las explicaciones que nos ofrece. Por ejemplo, el queso de Musgo de Capra de corteza enmohecida, es de una pasta semiblanda muy mantecoso al paladar, con notas de frutos secos, yogur y cereal, y con una maduración de 2 meses.

El Canto de Gredos de corteza enmohecida es más prensado, de 2 a 5 meses de maduración. De intensidad media de olor y en el que predominan las notas húmedas.  Y, el Musgo de Capra de corteza lavada, es de pasta semiblanda, con una intensidad de olor alta con notas de humedad y un sabor persistente en boca. Para que todos estos quesos incrementen su sabor, nos sirven un cava Brut 100%, mancebo ligero y fresco, que recorre todo su sabor en la boca.

Además de enmohecida, El Canto de Gredos posee otra variedad, la de corteza lavada, es un queso con mucha personalidad, ya que tienen una particular forma de cortarlo, recuerda a una flor, lo que hace que se te deshaga en la boca y tenga una explosión de sabor.

Y por último, y no por ello menos importante, dos quesos y un brut nature con los que hay que brindar, y por todo lo alto. El queso Luna Nueva, un rulo de queso, cremoso por dentro y firme por fuera. Es un queso con carácter que recuerda a la nata, cítricos y un retrogusto con notas fúngicas, todo un gourmet donde los haya. Y los Copitos de Iruelas, son bolitas de queso suave que se conservan en un envase de vidrio y flotando en aceite virgen extra de Arbequina. Todo un manjar.

Buena velada, buena compañía y buenos productos, así como una propuesta de lo más acertada si lo que quieres es sorprender a tus invitados estas navidades. Eso sí, elige aquellos quesos que más se asemejen a vuestras preferencias, porque ya se sabe: sobre gustos no hay nada escrito.

Más información en:

Cheese Paladares. Plaza de Nalvillos 2. Ávila